sábado, 30 de junio de 2012

Escépticos en el Pub…

El pasado día 21 de Junio, tal y como os anunciamos ese día por twitter, acudimos a la segunda charla de escépticos en el pub.  En el año 1999 nace la idea y se celebra la primera edición de Skeptics in the pub en Londres de la mano del Dr. Scott Campbell.

Se trata de una reunión, a la que puede acudir cualquier persona que lo desee, donde se invita a un orador a hablar acerca de un tema que domine, y posteriormente hay un debate entre todos los asistentes. Tuvieron que pasar 10 años para que este fenómeno llegase a España y no fue hasta 2009 cuando se organizó el primer Escépticos en el pub en Madrid, para hablar de Astrología. Ahora llega a Valencia con la segunda edición y nosotros tuvimos la oportunidad de asistir.

En esta última edición Jose Blanca nos habla acerca de los tomates y otras verduras…de lo que tienen y lo que no tienen de natural…y ¡Qué demonios! mejor lo veis que para eso hemos grabado el reportaje, además de la entrevista de nuestra compañera Chantal a Javier Forment y Javier Barrio, dos de los organizadores.

 

Segunda edición de Escépticos en el Pub, Valencia

7 comentarios :

feullies dijo...

Pues sinceramente, a mi estas charlas me recuerdan o bien a una reunion de alcoholicos anonimos o quiza mejor a una reunion de adolescentes del mismo equipo de futbol, mucha adrenalina y toneladas de papel higienico.
Solo me pregunto, a parte de denostar a los que pagan los sueldos a todos los alli presentes por que no entienden estos criticos escepticos que es responsabilidad suya (mas que buscada) que la gente no sepa que un tomate tiene genes? Por que no abandonar el eterno debate transgenico malo frente a transgenico bueno, para ahondar en el debate, reparto de la alimentacion y de la riqueza? Como un esceptico no se da cuenta que la India siendo el mayor productor de grano, transgenico por cierto, contina siendo uno de los paises con mas hambre? Como se atreve un esceptico a afirmar que existe una falta de produccion de alimento?
Por no entrar en la entrevista inicial sobre escepticismo. Ah, puede alguien recomendarle a Javier Forment el libro "La estructura de las revolucines cientificas" de Thomas Kuhn, lo digo entre otras cosas porque igual o cambia su argumento o deberia tirarse por la azotea.
Un saludo y animo con el blog que tiene contenidos interesantes.
Perdonad por la falta de acentos, escribo con un teclado anglosajon.
Seremos escepticos pero tambien con los esceptizoides.

David Talens Perales dijo...

De entrada...tras leer las primeras líneas deduzco que no has ido en tu vida a ver una charla de estas...no sé ni si habrás visto el vídeo. Segundo, los transgénicos no eran el tema de la charla, se le informaba a la gente cómo se obtenían los tomates que llegan a su mesa..el proceso de selección y combinación de distintas variedades...algo que se ha hecho desde los tiempos del nacimiento de la escritura y siempre de la mano del hombre (de natural no tienen nada), segundo...has pensado que tal vez el gobierno indio prefiera exportar el grano??
Gracias por animarnos con el blog, es algo que llevamos con mucha ilusión y esfuerzo. Gracias por leernos. :)

Chantal dijo...

La verdad es que la charla dio para muchos temas de debate relacionados en mayor o menor medida, con el tema planteado. Y la verdad es que la bebida también estuvo presente... quizás demasiado para mi gusto. Pero era el toque desinhibitorio que quisieron darle para bajar un poco del escenario de las charlas de ciencia más aburridas y hacerlo un poco más cercano a todo el mundo. Saludos y gracias por los ánimos :)

Havier dijo...

Soy Javier Forment, y, por alusiones, aconsejaré a feullies que, si no quiere hacer el ridículo de aquí en adelante, deje de citar libros como el clásico de Kuhn que, aunque tuvieron una gran importancia a la hora de avanzar el debate sobre el progreso científico y son de obligada lectura (otro clásico es "Contra el Método", de Feyerabend, por si no lo conoce), están más que superados por las corrientes modernas de pensamiento sobre Filosofía de la Ciencia.

Y porque me he leído no sólo esos libros, sino también otros que les suceden en el progreso de la Filosofía de la Ciencia, es por lo que creo que la Ciencia no es un mero constructo social (como feullies parece creer al haberse quedado en los años 70 con Kuhn y compañía), y por eso sé positivamente que existe la ley de la gravedad, y no me tiro por la ventana, como él sugiere. En cambio, le animo a comprobar él mismo la teoría del constructo social de la Ciencia que tanto defiende arrojándose por la ventana para demostrar que la ley de la gravedad no existe y es simplemente un acuerdo subjetivo entre todos los físicos del mundo. Bueno, no... no saltes, mejor lee más cosas...

vicent dijo...

Hola Javi, no tiene sentido oponer un supuesto constructivismo social frente a un supuesto origen natural. Si por construcción social se entiende algo distinto a construcción natural, se trata de un error de niveles, porque la naturaleza y lo social se constituyen mutuamente, así como lo natural y lo biológico. Las emociones humanas son un ejemplo de esta naturaleza artificial. Espontáneas y relativamente autónomas, sin embargo, rastreamos sus huellas en las sendas de la cultura. Un tomate transgénico es otro ejemplo de naturaleza artificial porque artificial es toda naturaleza en la que las posibilidades son dependientes de la acción humana. Lo artificial no es un subproducto de la cultura o de la sociedad. Que lo artificial se deba a la técnica, es decir, a la producción fiable de lo posible, a través de prácticas que establecen un vínculo sólido entre los planes y los productos es una discusión que no tiene que ver con la esencia de lo artificial. Lo artificial podría ocurrir por suerte si nuestro universo fuera milagroso, como tirarse por la azotea y quedarse flotando ¿Diriamos entonces que la gravedad no existe? o como el universo de los niños que obtienen lo que desean sin técnica ni acción. Por suerte para nosotros el mundo no es tan benevolente y nos exige la técnica como cualificación necesaria de la acción.

vicent dijo...

Hola Javi, no tiene sentido oponer un supuesto constructivismo social frente a un supuesto origen natural. Si por construcción social se entiende algo distinto a construcción natural, se trata de un error de niveles, porque la naturaleza y lo social se constituyen mutuamente, así como lo natural y lo biológico. Las emociones humanas son un ejemplo de esta naturaleza artificial. Espontáneas y relativamente autónomas, sin embargo, rastreamos sus huellas en las sendas de la cultura. Un tomate transgénico es otro ejemplo de naturaleza artificial porque artificial es toda naturaleza en la que las posibilidades son dependientes de la acción humana. Lo artificial no es un subproducto de la cultura o de la sociedad. Que lo artificial se deba a la técnica, es decir, a la producción fiable de lo posible, a través de prácticas que establecen un vínculo sólido entre los planes y los productos es una discusión que no tiene que ver con la esencia de lo artificial. Lo artificial podría ocurrir por suerte si nuestro universo fuera milagroso, como tirarse por la azotea y quedarse flotando ¿Diriamos entonces que la gravedad no existe? o como el universo de los niños que obtienen lo que desean sin técnica ni acción. Por suerte para nosotros el mundo no es tan benevolente y nos exige la técnica como cualificación necesaria de la acción.

Jose dijo...

WTF did I just read? :)