La fibrilación amiloide de proteínas es un fenómeno que ha captado la atención de los científicos debido a su implicación en diversas enfermedades humanas, como el Alzheimer, el Parkinson e incluso la diabetes tipo 2. Estas enfermedades están caracterizadas por la acumulación de fibras amiloides, que son agregados de proteínas mal plegadas. En este artículo que os traigo hoy al blog, y del cual soy coautor, exploramos la formación de fibras amiloides en dos β-glucosidasas, BglA y BglB, pertenecientes a la familia 1 de las glicosil hidrolasas (GH1).
Como bien sabéis, la celulosa es, junto con la quitina, el polímero más abundante sobre la corteza terrestre. La humanidad ha utilizado este material y sus derivados a lo largo de toda la historia. Obtener celulosa relativamente pura es necesario para ciertas aplicaciones, y hasta el momento, su obtención ha ido muchas veces ligada al uso de químicos agresivos que generaban residuos y problemas medioambientales. En la actualidad se está trabajando para obtener celulosa y otros subrpoductos, de una forma más compatible con el medio ambiente, y por otro lado, obtenerla a partir de fuentes que no supongan un impacto sobre los ecosistemas, es decir, utilizar residuos y subproductos de otras industrias.
En este artículo que hoy os presento, y en el que nuestro laboratorio ha contribuido, se ha explorado el aprovechamiento sostenible de residuos de paja de arroz para la obtención de productos de alto valor. Y para ello se combinan tres tratamientos distintos: la ozonización (O), la alcalinización suave (A) y el tratamiento enzimático (E). Estos tratamientos se han aplicado en distinto orden y los resultados han sido distintos.
Que este año está siendo frenético en muchos aspectos de mi vida, los que me conocen, ni lo dudan... Pero he intentado hacer un hueco para contaros un proyectito que tenemos entre manos, y que me hace mucha ilusión por ser el primer proyecto (aunque modesto) en el que soy en Investigador Principal.
La Glucosa Oxidasa (GOX) es una enzima clave que cataliza la oxidación de la α-D-glucosa a D-glucono-1,5-lactona, generando peróxido de hidrógeno como subproducto. Esta enzima tiene una amplia variedad de aplicaciones biotecnológicas, que van desde sensores de glucosa hasta industrias alimentarias, farmacéuticas y textiles.
Tradicionalmente, la GOX se produce en hongos como el Aspergillus niger. En algunos estudios se ha intentado buscar alternativas como las levaduras, pero los resultados han sido muy limitados y en cantidades solamente aptas para la investigación.
¡He de reconocer que he estado desconectado del blog durante unos meses, pero tengo una noticia emocionante para compartir! En el mes de marzo, fui galardonado con el XVIII Premio Científico-Técnico "Ciudad de Algemesí" en la categoría de joven investigador de la Ribera Alta. Quería dedicar unos minutos para contaros sobre este logro, aunque ha habido diversas circunstancias, incluyendo la paternidad, que me han mantenido ocupado y sin tiempo para hacerlo hasta ahora. Además, confieso que a veces me resulta difícil hablar de mí mismo.
El título de mi trabajo premiado es "Pescando xilanasas extremófilas, del ordenador a la bancada del laboratorio". En este estudio, me he centrado en los trabajos que he desarrollado en los últimos años en el laboratorio de Estructura y Función de Enzimas en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, bajo la dirección del Dr. Julio Polaina.
El certamen del Premio Científico-Técnico "Ciudad de Algemesí" ha brindado durante dieciocho ediciones la oportunidad a jóvenes investigadores, como yo, de mostrar sus trabajos de investigación. Para participar, los trabajos deben cumplir una serie de requisitos establecidos por las bases de la convocatoria. En mi caso, he presentado los resultados de los esfuerzos realizados por nuestro grupo en el marco del proyecto europeo WOODZYMES. Nuestro objetivo ha sido buscar nuevas enzimas, especialmente xilanasas, que posean las características necesarias, como termoestabilidad extrema y estabilidad a pH alcalino, para ser utilizadas en la industria del papel y la madera. De esta manera, buscamos reducir el uso de químicos convencionales y avanzar hacia una química más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Aprovecho esta oportunidad para expresar mi agradecimiento al ayuntamiento de Algemesí por este reconocimiento que, sinceramente, me llena de ilusión. Especialmente considerando que era mi penúltimo año de elegibilidad para participar. Este premio me motiva a seguir trabajando en este campo, a pesar de la falta de estabilidad laboral, la incertidumbre constante y la escasez de financiación para la investigación, en relación a los resultados que luego se nos exigen.
Quiero felicitar también al resto de los premiados y a aquellos que recibieron menciones especiales. Todos presentaron trabajos con títulos realmente interesantes, lo cual demuestra la calidad y diversidad de la investigación que se está llevando a cabo.
Por último, recordar que pese a que soy la cara visible del premio (y básicamente por ser el joven...), la investigación lleva todo un equipo detrás, y que a pesar de que unos puedan llevar más peso de la investigación, el resto son parte imprescindible de todo el proceso. Sin ellos no sería posible alcanzar este tipo de logros.
Os dejo un vídeo de la noticia y del acto. La podéis ver a partir del minuto 13:17:
