Uno de los grandes problemas de los insecticidas es que en la gran mayoría de ocasiones no sólo afectan al insecto que es considerado como nocivo, pueden tener efectos colaterales en otros insectos beneficiosos en incluso en el ser humano. Parece ser que la investigadora Mariluz Alonso de la universidad del País Vasco ha aportado su granito de arena para reducir esta toxicidad colateral. ¿Queréis saber un poco más?