El ratón, por su tamaño, fácil manejo y sobre todo por su gran capacidad de proliferación, se ha convertido en uno de los modelos preferidos por los investigadores para investigar patologías en humanos. En este caso, investigadores del CNIO, han logrado reproducir el cáncer de hígado, mediante ingeniería genética, en los ratones y han hecho un descubrimiento que sin duda hay que tener en cuenta.
Sin saber muy bien por qué, se ha visto que el aumento de expresión de este oncogén produce una disminución de los niveles de NAD+ en el organismo. Para los que no lo conozcáis el NAD (Nicotin Adenin Dinucleotide) es la molécula que actúa como dador de electrones en la cadena de transporte electrónico junto con el FAD+ (Flavin Adenin Dinucleotide) y como aceptor de electrones en muchas de las reacciones metabólicas. Es por tanto crucial para el balance redox de la célula. Además el NAD+ tiene funciones no redox y creo que por aquí es donde van los tiros en generación de cáncer en ratones ante los bajos niveles (pero esto son divagaciones mías). El NAD+ se consume en las reacciones de ADP-ribosilación, un tipo de modificación postraduccional. Esta ADP-ribosilación está implicada en procesos como son la reparación del ADN y el mantenimiento de los telómeros en el núcleo celular, si este mantenimiento no se lleva a cabo, el ADN es mucho más susceptible a sufrir mutaciones haciendo posible que algunas de ellas recaigan sobre genes implicados en el ciclo celular y por tanto en la duplicación celular dando lugar a tumores (que no son más que células que se dividen sin ningún tipo de control).
Una de las preguntas que se hicieron los cintíficos fue: ¿qué pasa si reponemos este NAD+? Para ello utilizaron una vitamina, la B3 o niacina, en la que uno de sus derivados participa en la ruta de la síntesis del NAD+. Cuando suministraron esta vitamina a los ratones vieron como los niveles de NAD+ se incrementaban, y en el caso de los ratones afectados por los tumores estos se reducían de tamaño y desaparecían.
Vegetales y legumbres son una buena fuente de vitamina B3, no obstante insistimos, se ha descrito en ratones que no en humanos, lo que sí que ha quedado claro es que el gen URI podría usarse como nuevo marcador de cáncer de hígado, ya veremos en que desemboca todo esto, pero es sin duda un avance más.
Krishna S. Tummala, Ana L. Gomes, Mahmut Yilmaz, Osvaldo Graña, Latifa Bakiri, Isabel Ruppen, Pilar Ximénez-Embún, Vinayata Sheshappanavar, Manuel Rodriguez- Justo, David G. Pisano, Erwin F. Wagner & Nabil Djouder. Inhibition of De Novo NAD+ Synthesis by Oncogenic URI Causes Liver Tumorigenesis through DNA Damage. Cancer Cell (2014) http://dx.doi.org/10.1016/j.ccell.2014.10.002.
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