Pese a que esta información es de una conferencia a la que asistí hace un par de años, me ha parecido interesante recuperarla a modo de curiosidad, ya que en ella destaca el trabajo de campo de un biólogo y el proceso de conservación
de una especie un tanto diferente a las típicas especies protegidas a las que estamos acostumbrados a ver.
Patella ferruginea es una lapa endémica del mediterráneo occidental que ha sido catalogada como especie en peligro de extinción.
Javier Guallart junto con la colaboración de todo un equipo de biólogos, está trabajando y realizando estudios en Chafarinas. Esta lapa pertenece al filo Mollusca y a la clase Patellidae.
Gracias a los fósiles encontrados, se ha determinado que apareció en el neolítico y poco a poco ha ido cambiando su distribución geográfica.
Las causas de esta regresión se deben a la elevada tasa de recolección (tanto para uso alimentario, como cebo para la pesca, para el coleccionismo…) y su accesibilidad (debida a su gran tamaño). Todo ello ha ido provocando una alteración de hábitats que junto con la baja capacidad de dispersión de esta lapa, ha llevado a que desde el año 1986 se considere especie protegida y por tanto, el Estado se compromete a redactar un plan de estudio para que no se produzca su total extinción y desaparezca del catálogo de especies protegidas.
Este equipo de científicos, se encarga de revisar todo lo que se sabe acerca de esta lapa y está investigando acerca de todas las técnicas necesarias para introducir esta especie, puesto que únicamente está presente ya en Ceuta, Melilla y en las Islas Chafarinas, un refugio nacional de caza, en donde podemos encontrar aproximadamente unos 5 ejemplares por metro de costa, lo cual permite la aparición de juveniles todos los años.
Uno de los primeros aspectos en el estudio de Patella ha sido acerca de la reproducción. Patella ferruginea se considera hermafrodita proterándrica, esto significa que cuando alcanza la madurez sexual cambia su sexo, primero son machos y luego hembras. Se sabe que únicamente se reproduce una vez al año y posee fecundación externa con larvas. Los huevos son bastante grandes y la vida larvaria es corta, lo que explica la baja capacidad de dispersión natural. Al introducir esta especie en hábitats nuevos, intentando por tanto la dispersión artificial, la mayoría de ejemplares murieron ya que los traslados son difíciles de llevar a cabo.
Uno de los objetivos de la metodología con la que se trabaja consiste en averiguar un poco más acerca del ciclo reproductor, para ello se capturan unos 140 ejemplares por año y se sexan mediante técnicas no letales. Una técnica empleada, consiste en realizar una pequeña biopsia, con la que mediante la extracción de una pequeña cantidad de gónada, puede observarse si se trata de ovocitos o por el contrario de espermatocitos. No existe ninguna característica identificatoria del sexo a simple vista en cuanto a la morfología o al tamaño.
Estudios sobre la distribución del tamaño respecto al sexo han desmentido la idea de que durante los primeros estadios de vida sea macho y posteriormente sea hembra. Existe la opción de que siendo hermafroditas, tengan sexos separados, aunque todavía hoy, no se tiene este aspecto claro.
Otro aspecto desmentido ha sido la idea de la baja fecundidad debida al pequeño tamaño de los ovocitos. Comparaciones con otras especies de lapas han determinado que los ovocitos de Patella tienen el mismo tamaño y la misma tasa de fecundidad que el resto de lapas.
Actualmente se está investigando la posibilidad de llevar a cabo la fecundación artificial o la cría de ejemplares, puntos clave para la repoblación de zonas y el cese de protección por peligro de extinción.
No hay comentarios :
Publicar un comentario