Ayer desperté por la mañana y tras mirar el cielo…vi que algo no iba bien…un cielo rojizo y con cenizas cayendo…el presagio de que algo terrible estaba ocurriendo a unos cuantos kilómetros de allí.
Tres días de lucha sin tregua y el fuego todavía quema desde el jueves los montes de Cortes de Pallás en el interior de Valencia…Dos Aguas, Montroi, Yátova…pueblos que ahora mismo temen por sus casas.
El calor sofocante de estos días, junto con el viento de poniente, todavía dificultan más su extinción. A esto hay que añadir que fue una zona que sufrió otro terrible incendio en el fatídico verano del 94 y que la vegetación es de matorral…por esta causa, el fuego no tiene mucha masa que quemar y avanza muy rápidamente y sin control, extendiéndose como si se viese alimentado por pólvora.
¿La causa de esta masacre? Una negligencia de dos instaladores de placas solares…curiosamente una acción “ecológica” donde las haya ha sido la que ha dado pie a uno de los mayores incendios de los últimos años. Al parecer estas mentes “brillantes” estaban utilizando una radial para su instalación en una vivienda situada a menos de 500 metros del monte, cuando está totalmente prohibido por las chispas que se producen (es de sentido común, pero este abunda poco en este país).
El daño ya está hecho…ahora queda controlarlo y evaluar los daños…pero sólo quiero que imaginéis los miles de animales que habrán muerto con este incendio…animales asustados y sin posibilidades de huir a ningún sitio, acorralados por el fuego y muchos de ellos en época de cría…sin duda una muerte espantosa y dantesca que no desearíamos ni al peor de nuestros enemigos…
Y no quiero ser agorero…pero no se presagia un buen otoño…porque las elevadas temperaturas que se esperan durante estas fechas veraniegas van a incrementar de forma notable la temperatura del mar…cuando llegue el otoño tendremos todos los puntos para padecer una de las famosas gotas frías. El problema es que toda la zona quemada, situada en Cortes, son montañas cuyas laderas desembocan en el cauce del río Júcar, tan famoso por sus avenidas en otoño…Ahora no hay vegetación que retenga estas aguas y se van a producir aguas de escorrentía que incrementarán los caudales de forma peligrosa…no nos quejemos si este invierno tenemos el agua a la puerta de nuestras casas…
Pero da lo mismo, mañana jugamos la FINAL DEL MUNDIAL, y ya no va a salir nada de todo esto en las noticias, quedando en un rincón de la memoria de aquellos que han sido testigos directos de la catástrofe.
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