viernes, 15 de mayo de 2020

¡Pon una vena en tu mesa!

Muchos de vosotros os estaréis preguntando...¿y este título?. Ahora lo entenderéis...Seguro que muchos de vosotros habréis experimentado con la realidad aumentada. En muchos dispositivos móviles está disponible y hace poco tiempo se puso de moda en Instagram meter un león en el salón, un panda en el sofá, etc. Quitando lo anecdótico del asunto, este tipo de herramientas tiene un potencial enorme en educación y concretamente en biología, anatomía, etc. Si os animáis os puedo enseñar algunos ejemplos y os dejo enlaces para que lo podáis comprobar...




El potencial que tenemos en nuestros bolsillos era impensable hace unos años, y algunas cosas se asemejan a la ciencia ficción. Gracias a la realidad aumentada, podemos navegar a través de monumentos, ver indicaciones en mapas 3D, simular la trayectoria de los astros, etc. Incluso se puede utilizar para complementar la enseñanza con alumnos que requieran de necesidades educativas especiales. Cada vez se utilizan más aplicaciones que pueden crear modelos 3D a partir de dibujos 2D para aquellos alumnos que tienen problemas con la visión espacial.

Estas herramientas también pueden ser muy útiles para el estudio de ciertas asignaturas que requieren de la visión espacial, como anatomía, bioquímica, biología celular, etc. Google ha puesto algunos ejemplos al alcance de todos a través de su buscador y a muchos les puede abrir los ojos ante las arduas jornadas de estudio y complementar los conocimientos, lo que ocurre es que no siempre son fáciles de localizar.

Yo mismo, probando el sistema, he puesto una vena en mi mesita de café (de ahí el título de la entrada) y el modelo es especialmente bueno para hacerse una idea de la proporción de las distintas células, capas, válvulas, etc.

Investigando un poco más acerca del tema, automáticamente me ha venido a la cabeza cómo de útil podría ser esto para el estudio de macromoléculas. Así que con dos golpes de clic he descubierto un artículo en la revista "Chemical Education" donde implementan la realidad aumentada en las aulas, convirtiendo estructuras 3D de proteínas, ADN, etc a la realidad aumentada.



El principal inconveniente que le he encontrado es que tan sólo funciona en el entorno iOS. No obstante he decidido hacer mi propia prueba elaborando un modelo de una b-galactosidasa que he podido poner en mi salón (tenéis el vídeo al final).

Es una herramienta muy potente que debemos seguir de cerca aquellos que se dediquen a la docencia ya que con el paso del tiempo la realidad aumentada estará al alcance de cualquier modelo de dispositivo y los programas para poder hacer los modelos estarán mucho mas al alcance de todos, sin tener que pasar por línea de comandos, etc.

Os dejo con algunas demostraciones y los enlaces para que podáis ver las simulaciones 3D que ofrece google (hay bastantes más):

Vaso sanguíneo



Lactasa (esta ha sido creada siguiendo el artículo que comparto)

Como podéis ver son herramientas realmente útiles y que pueden solucionar a muchos ciertas dudas. Además en tiempos de COVID, en donde la presencialidad va a estar muy limitada, este tipo de recursos pueden ser un complemento para compensar la falta de prácticas presenciales. Os dejo la referencia de la publicación.

Sanii, B. (2020). Creating Augmented Reality USDZ Files to Visualize 3D Objects on Student Phones in the Classroom. Journal of chemical education97(1), 253-257.

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