martes, 26 de agosto de 2008

¿A qué huele...?

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo funciona el sistema olfativo que tenemos? ¿Cómo detectamos un aroma determinado y nuestro cerebro interpreta la naturaleza de ese olor? ¿Qué mecanismos celulares participan, y cómo lo hacen?

 

En los humanos el área olfatoria está situada en la parte superior de las fosas nasales. En el epitelio olfatorio se incluyen diversos tipos celulares. Los más importantes son las células de sostén y las neuronas receptoras olfatorias, sin duda las más importantes.

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Las neuronas receptoras olfatorias son de carácter bipolar, por un lado emerge un pequeño axón amielínico que conecta con el bulbo olfatorio. En su superficie apical la neurona hay microvellosidades denominadas cilios olfatorios que son las que van a detectar las sustancias odoríferas.

 

Estas sustancias odoríferas no son más que substáncias químicas, moléculas. En la decada de 1950 John Amoore dividió los olores en categorias basadas en la cualidad percibida, la estructura molecular y las clasificó en: picante, floral, almizclado, terroso, etéreo, alcanforado, mentolado, éter y putrido. Esta clasificación es totalmente empírica y además hay que añadir a esto que la cualidad de los olores puede variar con la concentración, es decir, bajas concentraciones de indol tienen un aroma floral, mientras que a altas concentraciones huele a pútrido. Además de todo esto hay que añadir que las cosas que nos rodean, la mayoría de los olores, son una mezcla de diversas sustancias odoríferas, aunque después lo identifiquemos como un sólo olor.

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Pero, ¿cómo pasa esta señal química a nuestro cerebro? ¿Cuál es la maquinaria molecular?

La transducción de las señales odoríferas comienza cuando estas moléculas químicas, anteriormente comentadas, se unen a los receptores específicos de membrana de los cilios (proteínas de membrana), ya sea de forma directa o a través de proteínas en el moco llamadas proteínas fijadoras de sustáncias odoríferas. Esta asociación a los receptores activa una proteína G específica de la sustancia odorífera que activa por su parte una adenilato cliclasa, lo que conduce a la generación de AMPc. Uno de los blancos del AMPc es un canal selectivo de cationes que cuando se abre permite el influjo de Na+ y Ca2+, este influjo crea un potencial de membrana, dando lugar al impulso eléctrico con que transmiten la información las neuronas.

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Una vez más governados por las leyes de la química...

1 comentario :

Juan de Dios Franco dijo...

super interesante macho ;-)

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