Durante los tiempos libres que me quedaban de experimentos en el laboratorio he estado revisando bastante bibliografía acerca de los genes del envejecimiento. Durante años las sirtuinas han estado en el punto de mira de muchos científicos al desvelarse que la inducción de su expresión podía aumentar de forma notoria la esperanza de vida en invertebrados, pero también en mamíferos como ratones. Sin embargo el artículo publicado hace unos días en Nature por David Gems y sus compañeros de la University College London han desmentido todos los resultados hasta el momento demostrando que había un error en los primeros experimentos…¿Y ahora qué?
Pues ahora nada…toca esperar y confirmar.Es cierto que en los últimos meses habían aparecido artículos que ponían en tela de juicio la relación directa entre las sirtuinas y el envejecimiento, aunque parecía algo inseparable hasta el momento.
Al parecer los mutantes utilizados para los ensayos de sobreexpresión tenían otra mutación que ha sido pasada por alto por los investigadores que afirman con rotundez que la sobreexpresión del gen sir 2 en C.elegans prolonga su vida. Cuando se revierte esta segunda mutación ya no se ve ningún incremento de la esperanza de vida al sobre expresar el gen de las sirtuinas. Algo parecido ha ocurrido con el modelo D. melanogaster. En este caso parece ser que el incremento de la esperanza de vida se debe a una secuencia de DNA que se incluye junto con el gen Sir2 en los experimentos de manipulación genética, por tanto Sir2 tampoco tendría nada que ver con el incremento de la esperanza de vida en moscas.
El descubrimiento de estos genes abría un nuevo campo en la industria farmacéutica, la búsqueda de la molécula que retrase al máximo el momento del óbito, y detrás de esto un negocio de miles de millones. Los científicos más avispados pronto fundaron empresas para el desarrollo de dichos fármacos, como por ejemplo la fundada por Guarante en 1999, Elixir Pharmaceuticals con el objetivo de explotar la gallina de los huevos de oro que acababan de descubrir. Años después llegaron otras, hasta el día de hoy en que no es difícil encontrar en farmacias productos como el Revidox, basado en el resveratrol y apadrinado por científicos del CSIC, a pesar de que no hay estudios que demuestren su efecto en humanos…
¿Se le ha acabado el chollo? ¿Renegamos de las sirtuinas para siempre? El chollo de momento no se ha acabado…si hay charlatanes que son capaces de vender corruscos con energías positivas también nos pueden seguir vendiendo productos que mantengan la parca a distancia, otra cosa es que carezcan del aval científico que antes sí tenían, al menos parcialmente. En cuanto a renegar…pues no, una cosa es que se haya demostrado que no hay efecto directo (de momento), pero las sirtuinas son moléculas con múltiples funciones en las células, al tratarse de desacetilasas de histonas controlan la expresión de multitud de genes que no tienen nada que ver con el envejecimiento.
Yo diría más bien que esto sirve de toque de atención de cara a los defensores de las sirtuinas como panacea al envejecimiento, no hay que descartar nada pero ellos ahora tendrán que esforzarse más para demostrar que siguen en lo cierto y que no han estado equivocados durante años…Hay veces que los científicos nos empecinamos en que cuando algo no nos cuadra en nuestra hoja de ruta se trata de un error experimental y lo obviamos o repetimos el experimento hasta que no sale…pero no debemos caer en esa tentación, ya que a veces, esas cosas que no cuadran son las que pueden guardar detrás llaves que abran nuevas puertas a la investigación.
Os animo a leer el artículo del País que ha llegado a mí gracias a mi compañera Julia:
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