La primavera poco a poco está invitando al invierno a que descanse una temporadita y si salís al campo estos días os daréis cuenta. Muchas de las herbáceas que estaban en “letargo” durante el invierno empiezan ya a florecer, las yemas de los árboles caducos a despertar…y cada vez será más fácil encontrarse con pequeños compañeros revoloteando de un sitio a otro, saltando, alimentándose…y es que cada vez será más fácil ver insectos en vuestras salidas al campo, por eso hoy os propongo esta entrada del blog realizada por mi compañera Chantal para que os fijéis (si es que os dejan) en qué tipo de aparato tienen los insectos que empiezan a pulular en los primeros días de primavera.
Sabía que la asignatura de Zoología de Artrópodos no me iba a dejar indiferente, era una intuición y al final así ha sido, creo que no volveré a ver los bichos con los mismos ojos. Os iré haciendo una serie de entradas sobre algunas de las curiosidades más básicas, muchas veces cosas evidentes que hemos visto en alguna ocasión pero no nos han llamado demasiado la atención. Hoy empiezo con los aparatos bucales, una de las partes más importantes para diferenciar entre órdenes de hexápodos y un reflejo de sus adaptaciones a la alimentación, una de las funciones básicas de todo ser vivo.
A excepción de unos pocos casos en los que la fase adulta no se alimenta, podemos distinguir cuatro tipos básicos de aparatos bucales y algunas modificaciones derivadas, estos son el aparato bucal masticador, masticador-lamedor, lamedor-chupador y picador-chupador.
El aparato bucal masticador es el más primitivo y es típico de aquellos organismos que se alimentan de sustancias sólidas, como los saltamontes (Ortópteros). Suelen tener el labro bien desarrollado y esclerotizado, móvil y con musculatura potente que colabora en la sujeción de los alimentos. Las mandíbulas están adaptadas para cortar y triturar el alimento y también pueden servir para la defensa.
El aparato bucal masticador-lamedor está presente en la mayoría de himenópteros y se caracteriza porque sus maxilas y el labio son largos y están transformados en una especie de trompa que sirve para lamer el néctar de las flores u otros líquidos de los que se alimentan. Las mandíbulas también están desarrolladas y les sirven para trabajar y amasar el alimento sólido.
El aparato bucal lamedor-chupador es el característico de las mariposas (lepidópteros) en forma de trompa aspiradora de líquidos llamada espiritrompa, sin embargo, no todas las especies la tienen. En la siguiente imagen podéis ver un ejemplar con la espiritrompa enrollada, ya que puede alcanzar tamaños considerables, durante el vuelo y cuando no se necesita se enrolla y de este modo no entorpece las actividades. También tienen una estructura equivalente las moscas (dípteros braquíceros) aunque en este caso se la suele denominar probóscide.
El aparato bucal picador-chupador está presente en organismos que se alimentan de fluidos. Tienen estiletes perforadores para penetrar en el alimento y chupar el líquido. Lo encontramos en mosquitos (dípteros nematóceros), hemípteros, tisanópteros… en la siguiente imagen podéis observar el aparato bucal de un hemíptero, su capacidad picadora-chupadora los convierte en un orden importante para los cultivos porque puede transmitir virosis e infecciones fúngicas a través de la picadura en la planta.
El que tengan un tipo de aparato bucal u otro va a condicionar que algunas familias ocasionen daños que puedan repercutir en los humanos al afectar cultivos o plantas ornamentarles. Sin embargo no hay que olvidar que muchos de ellos ejercen un papel imprescindible en los ecosistemas al actuar como polinizadores.
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