El fin de los exámenes me ha permitido, por lo menos, relajarme un poco y salir a pasear, aunque el tiempo sólo acompaña a ratos…En el campo me encontré una higuera sin ninguna hoja…pero en las ramas, en la zona apical me encontré, esperando a la primavera, tímidas yemas verdes…
Los árboles de hoja caduca, como por ejemplo la higuera o Ficus carica pierden las hojas durante los meses invernales. Este hecho va acompañado de una serie de cambios en la fisiológicos que hacen que la planta quede “adormecida” hasta la primavera cuando las yemas despiertan de nuevo y empiezan a crecer con todo su esplendor.
En el interior de estas yemas hay una complicada distribución de células que difieren en tamaño, grosor y orientación de las paredes celulares. Cada grupo va a dar lugar a una serie de tejidos adultos cuando haya un incremento de la temperatura, luminosidad (en intensidad y en horas) o lo que es lo mismo, cuando se acerque el buen tiempo.
El grupo apical de células, llamado túnica, se diferenciará en la epidermis, tanto del tallo como de las hojas. La masa de células madre centrales con morfología isodiamétricas, vacuolares y de paredes gruesas, que a su vez provienen de las apicales, van a dar lugar por división a dos zonas: una periférica y otra en fila o medular.
Si ampliamos la imagen veremos como estas células se encuentran en la zona de la túnica y corpus, pero la estructura va más allá y podemos diferenciar más zonas, como por ejemplo el corpus que es la masa de células más internas y está constituida por células que darán lugar al resto de tejidos de la planta, entre ellos el de los vasos.
Curioso que una estructura tan simple y pequeña como una yema durmiente guarde en su interior todo ese esplendor primaveral, ¿no os parece?
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